Gander, «La bestia negra «un perro de guerra
En 1940, el Terranova de 60 kilos era una mascota llamada Pal, que vivía en Gander, Canadá y se convertiría en un perro de guerra.
Como la mayoría de los perros de la ciudad, Pal deambulaba libremente y era bien conocido por la gente del pueblo. Era un perro amigable con todos y a los niños les encantaba jugar con él.
Un día, Pal mientras jugaba salto sobre una niña de seis años y accidentalmente le rascó la cara, lo que requirió atención médica.
La familia temía que se verían obligados a sacrificar a Pal, por lo que decidieron entregar a su amada mascota a Royal Rifles of Canadá, un regimiento del ejército canadiense acampado en el Aeropuerto Internacional de Gander. Los soldados lo rebautizaron como Gander, lo convirtieron en su mascota oficial.
Marcharon al frente
Cuando el 1er Batallón fue enviado a Hong Kong en 1941, los hombres ascendieron a Gander a «sargento» y se lo llevaron con ellos. Se llamaban Fuerza C, una unidad de 1.877 hombres, 96 oficiales y un perro: el sargento Gander.
¡Hacía calor en Hong Kong! Para ayudar a Gander a sobrellevarlo, el fusilero Fred Kelly (a cargo del cuidado de Gander) lo dejó tomar largas duchas frías para ayudarlo a sobrellevar el inmenso calor. También se dice que Gander tenia afición por la cerveza fría.
Enfrentando al enemigo
Ya en Japón algunos lugareños intentaron varias veces robar a Gander, esta puede ser la causa por la que Gander desarrollo una aversión muy fuerte por los Asiáticos
Tanto lo intentaron que la final consiguieron llevárselo pero Gander lucho y escapó,
Gander nunca lo olvidó. Su regimiento no desalentó los gruñidos y ladridos de Gander hacia los asiáticos, y esto puede explicar por qué Gander tenia una reacción tan feroz contra el enemigo.
El 7 de diciembre, los japoneses atacaron Pearl Harbor y ocho horas después, las tropas japonesas cruzaron la frontera en violación del derecho internacional, ya que Japón no había declarado la guerra al Imperio Británico. Se enfrentaron a unidades británicas, indias y canadienses y junto a los canadienses estaba Gander.
El gran perro ataco y derribo a cualquier soldado japonés que se acercara demasiado a sus tropas canadienses. «Gruñó y corrió hacia los soldados enemigos«, recordó el fusilero Reginald Law. Dado que la mayor parte de la lucha tuvo lugar de noche, la capa negra de Gander lo hizo casi invisible y, en lugar de dispararle al enorme perro, los japoneses corrieron para evitar a la «bestia«.
Gander el perro de guerra salvo la vida de sus soldados
Hay al menos tres ocasiones documentadas en las que Gander protegió a sus tropas:
- La primera fue cuando las tropas japonesas desembarcaron en la playa. Gander corrió hacia ellos, ladrando, gruñendo y mordiéndoles las piernas, alejando a los atacantes de sus compañeros.
- El segundo ocurrió de noche mientras Gander atendía a los soldados heridos que yacían cerca de una carretera. Mientras un grupo de soldados japoneses avanzaba hacia ellos, Gander cargó contra ellos, lo que hizo que cambiaran de dirección y salvó a los soldados heridos de ser descubiertos.
- El tercero desafortunadamente le costó la vida a Gander. Durante la batalla de Lye Mun los soldados estaban inmovilizados en un combate cuerpo a cuerpo cuando un soldado japonés les arrojó una granada, en un acto final de valentía Gander se abalanzó sobre la granada cogiéndola con la boca y corrió hacia el enemigo. Gander murió instantáneamente cuando la granada explotó en su boca, salvando asi la vida de sus soldados.
Dieciocho días después de que comenzara la batalla, Hong Kong cayó ante los japoneses y los soldados supervivientes fueron enviados a campos de prisioneros. Según anécdotas, los japoneses interrogaron a los prisioneros sobre la «bestia» temiendo que los canadienses entrenaran animales feroces para luchar en su ejército.
Medallas y reconocimientos al «perro de guerra Gander»
Ante la insistencia de los sobrevivientes de la batalla, el nombre de Gander se incluyó entre los 1975 hombres y dos mujeres en el Muro Conmemorativo de los Veteranos de Hong Kong en Ottawa, Ontario, Canadá.
El 27 de octubre de 2000, el Dispensario Popular para Animales Enfermos (la organización benéfica veterinaria más grande del Reino Unido) otorgó a Gander la Medalla Dickin, el equivalente animal de la Cruz Victoria. Fue el primer premio de este tipo desde 1949 y fue aceptado por el difunto Fred Kelly de Royal Rifles, ex cuidador de Gander, y en presencia de treinta y cinco veteranos/prisioneros de guerra de Hong Kong que asistieron a la ceremonia.
La cita decía:
Por salvar la vida de los soldados de infantería canadienses en la batalla de Lye Mun en la isla de Hong Kong en diciembre de 1941. En tres ocasiones documentadas, Gander, la mascota Terranova de los Royal Canadian Rifles, se enfrentó al enemigo cuando su regimiento se unió a los Granaderos de Winnipeg, miembros de Cuartel General del Batallón de la Fuerza «C» y otras tropas de la Commonwealth en su valiente defensa de la isla. En un último acto de valentía, el perro de guerra murió en acción al recoger una granada. Sin la ayuda de Gander muchas vidas se hubieran perdido
En 2015, se inauguró una estatua del sargento Gander junto con una estatua de su tutor (que representa a un miembro de los Royal Canadian Rifles) en el Gander Heritage Memorial Park en Gander, Newfoundland. Ambos fueron diseñados por el escultor local Morgan McDonald. «Es muy emocionante, incluso hablar de eso significa mucho para mí», dijo Philip Doddridge, quien luchó junto a Gander y pasó tres años en un campo de prisioneros japonés. «Todos lo queríamos, nos siguió a Hong Kong y murió en acción».
Perros soldados
En Perros soldado, la autora, María Goodavage, directora y destacada redactora de uno de los blogs sobre perros más leídos del mundo, revela las verdades más duras, las historias más reconfortantes y los increíbles lazos que se crean entre los perros soldado actuales y sus guías. Este libro proporciona una introducción inmejorable al mundo de estos guerreros aventureros y cariñosos, con valiosa información sobre el adiestramiento de los perros militares, sus heroicas hazañas y el profundo impacto que tienen en quienes trabajan con ellos.
María Goodavage, antigua reportera de USA Today y del San Francisco Chronicle, es directora de noticias y destacada redactora de Dogster.com.
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